CAPÍTULO I:
“MÁS QUE CUALQUIER COSA, ES PERDERTE”
En las altas zonas del valle cerca del capital, los años han transcurrido tal forma, que Zahori tiene dieciséis años y medio de la edad, asiste a la escuela con las notas excelentes, y se había enamorado profundamente de Ricardo Cordero, quien ha sido su novio por año y medio, éste el mejor amigo de su primo de Adrián, y era vecino de Zahori en aquel mismo barrio.
En esa relación, Ricardo ha sido siempre muy caprichoso con ella, razón por la cual es siempre se las ingenia para hacer lo que él consideraba pertinente, además, para convencerla de hacer lo que a él se le viniera en gana, una mañana de domingo, ellos estaban en la casa de Ricardo, puesto que éste la había invitado a almorzar junto a a su familia, en medio banquete, y aún ella extasiada de tanta comida, su novio sacó una pequeña cajita de cristal de su bolsillo, los ojos se le iluminaron cuando vio un anillo de compromiso, a lo que ella respondió positivamente a formar aquella relación más formal hasta el punto del matrimonio, Zahori se le tiró a sus brazos dándole un fuerte abrazo y agradeciéndole que haya tomado esa decisión para con ella, de esa forma ella con los ojos iluminados y llenos de emoción aceptó casarse con él.
Otra noche en el mejor hotel de la región, ambos se encontraban a solas en una habitación de aquel lugar, en donde la luz de la Luna Llena se filtrada por la entrepuerta y se reflejaba en la tersa piel de Zahori, la muchacha estaba entre sabanas de seda blanca, mientras Ricardo la llevaba en su piel, sin embargo se sentía bien estando con su novio, mientras él le confesaba y le prometía que nunca la iba a dejar de amar, ella estaba conciente de la diferencia de edades entre ambos, pero no le importaba, seguidamente se aferra a él cuando lo sintió más cerca...más en ella, solamente cerraba los ojos y sentía estar hablando en secreto con la luna al lado de las estrellas, él de pronto le sonrió confortándola y ella volvió su mirada fija a él, ambos sintieron que esa vez no fue igual a las anteriores ocasiones en que estuvieron juntos y a solas, esas ocasiones en que él la hizo su mujer, sabían que algo había cambiado en sus vidas, desde su interior presintieron que algo especial los aguardaba con esperanzas, por la mañana, se retiran a la casa de ella, donde no estaba Arturo, porque salió visitar a su hermano en el capital.
Han pasado cuatro semanas desde ese encuentro tan especial, ella se arregló para salir al antepenúltimo día de clases, antes de incorporarse a las vacaciones de medio año, cuando en ese momento él llegó muy cariñoso para irla a dejar al centro educativo, camino a allí, tuvieron que detenerse porque el semáforo se puso en rojo, ella le sonríe y lo besa rápidamente, mientras él nota en su rostro un tono pálido, lo cual le preocupa y considera que era necesario que fuese al médico, ella inmediatamente rechaza esa posibilidad de asistir a un centro médico. Entonces al llegar al colegio, Ricardo la acompañó a la cafetería, donde le compró un café, después de verla un poco más estable decide retirarse e irse para su trabajo, no sin antes prometerle visitarla cuando saliera de su jornada laboral, ella le sonrió cuando él se fue, Zahori vio a su mejor amiga Irene, quién también la nota igual que Ricardo; cerca de las duchas del gimnasio, sin razón aparente, Zahori comenzó a vomitar junto a Irene, ésta le ayudó a sostenerse, y se sentía muy preocupada por ella ya que se veía muy afectada, así que piden permiso al profesor y se retiran. Camino a la casa de Zahori, ésta le pidió que no fueran a su casa ya que quería ir primero a la farmacia por una medicina, así que Irene la acompaña a la farmacia del centro comercial, donde Zahori compra unas cosas, entre ellas una prueba de embarazo, ya que sus sospechas se hacían más grandes, pero no quería esperar un minuto más para darse cuenta de la realidad, así que se desviaron hacia uno de los tocadores de aquel sitio, allí se practicó la prueba de embarazo, después de esperar unos minutos Zahori salió espantada de donde estaba encerrada ahora no quería admitir lo que le estaba sucediendo, no quería admitir que estaba esperando un hijo de Ricardo, más esa idea le carcomía su vida, ya que detestaba esa verdad de tener un hijo de su novio, a pesar de amarlo. Luego de que ambas se dirigieron a la casa de Zahori, Irene la dejo, allí ella se secó las lágrimas, tratando de aceptar la verdad, pero otras cosas venían a su cabeza, no podía ser madre ahora, no quería estar vinculada a Ricardo, pero el temor la inunda si sus padres se enteran que estaba embarazada, en mayor parte le temía a su padre, quién imponía su autoridad, y temía que Ricardo huyera de su responsabilidad paterna, ella sentía que el mundo se le venía encima, así que llamó a su ti para que le diera posada por algunos días con él, mientras que Ricardo no se apareció en su casa durante esa noche, lo que ella aprovechó para hablar con su padre para que le permitiera ir donde su tío, donde él estuvo totalmente de acuerdo.
En la mañana siguiente, ella tomó el primer autobús hacia la capital, donde después de largas horas de viaje ella llegó a su destino, el cual cambió repentinamente dirigiéndose a un hospital privado donde solicita de urgencia una cita , estando en el consultorio de la doctora, ésta la mira detenidamente, logrando determinar que no poseía alguna dolencia.
– Señorita, en qué puedo servirle?
– Iré al grano, necesito que me ayude a abortar – Respondió Zahori observando a través de la ventana.
– Cómo? Estás embarazada? – Preguntó la doctora observándola sorprendida ante la solicitud de la joven.
– Sí…pero no deseo tenerlo – Le dijo Zahori.
– Lo siento, no puedo hacerlo, va contra mi ética profesional – Le respondió ella.
– Y cuánto vale su ética? – Le incita Zahori – Estoy dispuesta a pagar lo que sea con tal de que me quite este bebé que no quiero de mi vientre.
– No puedo…no puedo…lo siento – Le dijo ella.
– Por Dios! Usted sería la persona que me ayudaría a evitar mi infelicidad con él – Dijo Zahori entre lágrimas.
– De acuerdo, pero cualquier cosa, yo no le practique este aborto – Indicó la doctora – Por favor, firme este documento rutinario…
– Y cómo es el procedimiento? – Preguntó Zahori un poco asustada.
– Es realmente fácil, y casi indoloro para ti, le proporcionaré una solución salina al fecho para que queme su cuerpo…en una hora se desprenderá del útero – Le explica ella – Pero, deberá permanecer una noche para ver su reacción y por la mañana podrá dársele de alta.
– Y cómo hago para pagarle sin que el hospital se entere? – Dijo Zahori.
– Bueno, haré una cuenta por otro diagnóstico, mientras esté aquí no permita que otro doctor la observe, y me dará el dinero al salir del hospital – Le indicó la doctora.
De esa forma, Zahori permaneció en el hospital en una habitación aislada, cuando eran alrededor de las once de la mañana, la doctora llegó con la jeringa y le aplicó la inyección intravenosa, mientras le decía.
– Dígame el porqué deseó hacerlo, si existen un millón de mujeres con el deseo en vano de concebir un hijo.
– Doctora, le diré, estoy con el hombre que no es para mí, y no quiero amarrarme con un hijo con él, Ricardo ha sido mi novio por dos años, y es mucho mayor que mí, simplemente no quiero estar con él…y no quiero un hijo suyo!
Zahori refleja el miedo en sus ojos mientras sentía aquella aguja en su piel, la solución salina fue incorporada como agua que fluye al mar, con eso en pocos minutos el dolor comenzó a apropiarse de ella, lo que significaba que el feto estaba muriendo, mientras eso ocurría, Zahori escuchó a una mujer gritando desgarradoramente, mientras su hombre la sostenía del brazo para que ésta no se desmayara.
– Esta vez no! Te lo suplico Dios! Mi amor, volvimos a perder a nuestro bebé – Gritaba la mujer con lágrimas en los ojos – Luis, nuestro bebé
Ambas mujeres cruzaron sigilosamente sus mirada, porque la puerta de la habitación de Zahori permanecía abierta, ella logró ver la mirada de tristeza profunda que la mujer tenía en aquel momento, desde ese instante, ella comprendió el enorme error que había cometido, y un extraño sentimiento se acogió en su pecho, pero ya era demasiado tarde para arrepentirse de lo que había hecho, ya que su bebé se había desprendido de su útero, la mujer al verlo allí se dijo para sí misma.
– Perdóname Dios por lo que he hecho, perdóname bebé porque no te permití mostrarme el tesoro que eres…perdóname Ricardo por haber matado a nuestro hijo…papi…mami…perdónenme porque no soy lo que ustedes querían…
Las lágrimas de remordimiento y de arrepentimiento se desprendieron de sus ojos sin poder contener el deseo de gritar su dolor, a pesar de todo ahora tiene que cargar con el sacrilegio cometido contra el bebé, durante aquella noche no logró dormir, luego de recibir su salida se dirigió al apartamento de su tío, ella se mostraba un poco callada e indiferente, y cuando Pablo, su tío, la vio le abrazó con enorme cariño.
– Qué temprano que llegaste! Te esperaba por la tarde – Dijo él.
– Ah, sí? Es que preferí llegar temprano – Respondió ella un tanto distraída.
– Te sientes bien? – Consultó él – Te veo un poco mal.
– No, si me disculpas, me gustaría dormir un poco, es que vengo un poquito cansada del viaje – Le indicó Zahori.
– No quieres comer algo? Tengo una deliciosa sopa para vos! – Le dijo su tío.
– No gracias – Le dijo Zahori.
Ella se dirige a su habitación, donde logró dormirse hasta las cinco de la tarde, ya que las diversas pesadillas que tenía con respecto a su aborto la despertaron muy asustada, Zahori recorrió todo el apartamento encontrándose sola, solamente logró encontrar una nota en el refrigerador donde Pablo le decía que había salido de compras al supermercado con Evelyn. Minutos más tarde, Pablo y Evelyn ingresaron al apartamento, Evelyn vio a Zahori muy débil en la antesala, así que Pablo la tomó entre sus brazos para acostarla en la cama, Evelyn la despabila colocándole alcohol para que recupere el conocimiento, un silencio se adueño de ellos mientras la observaban.
– Te conozco muy bien, ahora quiero que me digas qué te sucede? Porque usted viene a mi apartamento muy extraña…usted no es así! – Le dice Pablo.
– Nada…solamente estoy cansada por el viaje – Responde Zahori algo nervioso.
– No me mienta, Ricardo me llamó anoche para hablar contigo, porque, supuestamente, usted estaría aquí ayer, dónde estabas? – Dijo Pablo un poco exasperado.
– En ningún lado! – Le grita Zahori.
– Arturo y Elizabeth me dijeron lo mismo…pero yo no les dije nada para preocuparlos – Dice él tratando de recibir la verdad como respuesta – Y vienes hoy muy extraña, pálida…o es mi imaginación?
– Tío, no me pidas que te explique algo muy difícil para mí…te lo suplico no me hagas hablar de eso – Le dice ella entre lágrimas.
– Pablo, déjame un momento a solas con Zahori – Dijo Evelyn, cuando Pablo salió de la habitación – Hija, sé que es muy difícil lo que estás pasando por este momento, pero lo mejor es hablarlo con alguien, creo que Pablo es la persona indicada, porque siempre ha sido tu confidente…o seré yo, quién hable con tu tío.
– Perdón? – Respondió Zahori extrañada de las palabras de Evelyn.
– Amor, soy odontóloga en el hospital que fuiste ayer – Dijo Evelyn.
– Evelyn…no le digas a mi tío – Le suplicó Zahori.
– Habla con él o le diré yo – Dijo la novia de su tío – Pablo entra por favor.
– Ahora me vas a decir o qué? – Dice él.
– Tío, por muchos meses Ricardo y yo hemos mantenido relaciones, pero la última vez pasó algo que debía pasar.
– Estás embarazada? – Protesta Pablo – Ricardo tiene responsabilizarse!
– No! A él no lo meta en esto, tío, aborté al bebé – Confesó Zahori con lágrimas en sus ojos.
– Qué? – Gritó Pablo – Por qué lo hiciste? Por qué no lo consultó con sus padres, conmigo o Ricardo? Por qué elegiste la “solución más rápida” para su “problema”?
– Tío! – Grita Zahori.
Después de pegar el grito al cielo, Pablo comprendió por lo que su sobrina estaba pasando, así que le prometió guardarle el secreto, una semana más tarde, Arturo había conseguido un contrato muy importante para ejercer como contador en la compañía más importante de la capital, lo que ocasionó el traslado de domicilio de la familia Azofeifa, lo que causó mayor tranquilidad para la muchacha. La noche antes de irse a la capital, ella fue a ver a Ricardo a su casa y cuando la vio se alegró mucho, sus ojos se cristalizaron cuando sintió aquel cálido abrazo que él le dio, ella lo sintió más cariñoso que nunca, pero ella siente enorme deseo de inhibir aquel abrazo.
– Le voy a confesar algo, me gustaría compartir el resto de mi vida contigo…no te imaginas cuántas veces te he soñado así…hasta el punto de verte embarazada.
Zahori se muestra muy nerviosa ante lo que él había dicho, y aún más cuando él sacó un anillo de compromiso, con enormes ganas de gritarle lo que había hecho.
– Ricardo, discúlpame, pero no puedo seguir con nuestra relación – Le dijo Zahori.
– Amor, no es necesario que terminemos nuestra relación por tu mudanza…si quieres puedo pedir un traslado a cerca de ti – Le indicó él.
– No! Ricardo, en serio, no quiero que sigamos juntos, tienes la oportunidad de conocer otra muchacha, una mejor para vos, que la enamores y que te ame…no soy para ti…ni tú eres para mí…es mejor que dejemos esta relación hasta aquí – Dijo Zahori.
– Qué te sucede? No logro entender lo que me estás pidiendo…si daría mi vida por ti…y te daría todo lo que tengo con tal de verte feliz…qué más deseas de mí, solamente, pídemelo! – Le dice Ricardo.
– Que me dejes libre…usted es un excelente hombre y no te merezco…mejor dejemos lo nuestro hasta aquí – Dice ella.
Ella se retiró de su casa sin decir otra palabra, porque el temor de adueñó de ella como para decirle la verdad.
Al día siguiente, la familia Azofeifa se trasladó a una hermosa casa, y para Zahori era más hermosa, porque deseaba dejar en la anterior todo aquel incidente, para empezar una nueva etapa de su vida.
Entorno a esta historia es necesario conocer los antecedentes de Walker Hanson y Fabricio Jiménez, el primero, es un hombre consolidado de la rama de Administración Aduanera, mientras el segundo, era considerado el mejor abogado del país, ambos vivían en la costa sudoeste del país, y formaban una sociedad familiar llamada Airmartie, una compañía muy consolidada en el servicio aduanero para la importación y exportación de grandes sociedades. En la familia Jiménez González, hace dos años Fabricio había contraído matrimonio con Mercedes, quien era estudiante de postgrado Administración Pública, con énfasis de Educación, ambos vivieron con Orlando y Fabio Jiménez Cambronero, quienes eran los hijos producto del primer matrimonio de Fabricio. Mientras que Walker junto a Diana formaron a la familia Hanson Ruíz, donde concibieron cuatro niños: Daniel, Isaac, Taylor y Zac.
Cuando Orlando y Daniel tenían diecinueve y dieciocho años de edad respectivamente, una noche estrellada a altas horas de la noche, las copas llenas de licor, eran complementos de la celebración de medio año en el jardín trasero de la casa Hanson, esa escena era común entre los Hanson y los Jiménez, ya que son muy unidos. Los padres sazonaban la carne que cocinaban a la parrilla, mientras Mercedes ayudaba a atizar el carbón, el cual se acabó así que Mercedes y Fabricio fueron al supermercado, además de llenar el tanque del automóvil, con ellos se llevaron a los niños, menos a Orlando, quien prefirió quedarse en la casa, y Daniel, andaba trayendo a su novia.
Orlando estaba bebiendo una cerveza, cuando escuchó a Diana gritando desde la parte superior de la casa, entonces él subió para cerciorarse de que ella estaba bien, cuando ingresó al cuarto se dio cuenta que ella estaba bien, ella suavemente cerró con seguro la puerta, él le sonrió pícaramente, ya que no era la primera vez que le llamaba su atención, Orlando también se sentía sumamente atraído por ella, pero sabía que la madre de su mejor amigo era prohibida, el joven se acercó suavemente y comenzó a besarla con pasión mientras le susurraba palabras de deseo, evidentemente perdieron los estribos y accedieron mutuamente, en ese momento Daniel entra al cuarto llamando la atención de Diana mientras la cólera lo inundaba, esa escena era la razón más grande por la que Daniel tomó el arma de fuego de Walker para dispararle enseñadamente contra Orlando, allí le dio muerte y lastimó levemente a su madre cuando ésta intervino para que no matara a Orlando, Diana gritaba sin poder asimilar su miedo ante su hijo, mientras le gritaba su desprecio.
Cuando todos llegaron, Fabricio vio a su hijo yacía muerto, más no quería creerlo, Daniel hecho un puño en la esquina de la habitación, mientras Diana continuaba con vida, Walker muy impresionado le quita el arma a su hijo y Fabricio llama a la policía, cada quién defendió a su hijo en ese momento. Mercedes se encargó de los niños, junto a Yessenia, la novia de Daniel, después de la muerte hubo una gran discusión entre Walker y Fabricio, al punto que se rompió la relación entre ambas familias.
De esa manera, y luego de aquel juicio, Daniel sufrió la encarcelación por una sentencia de diecinueve años por aquel asesinato que había cometido, mientras que Diana y Walker sufrieron una separación momentánea, ya que meses después se reconciliaron, se mudaron a una casa nueva sin dejar rastros, los niños Zac y Taylor nacieron, mientras Daniel cumplía su sentencia.
Por otro lado, la noticia de que Mercedes estaba embarazada llenó de regocijo a Fabricio, pero no para Mercedes, razón por la cual, se iniciaron ciertas diferencias entre el matrimonio, ya que ella deseaba seguir con sus estudios en el extranjero, y su embarazo se lo impediría, así que se mostraba dispuesta a cometer el aborto del feto que se estaba desarrollando en su vientre, mientras Fabricio se oponía a tan semejante atrocidad, así que le pidió a Mercedes que dejara nacer al bebé mientras él se encargaría de su educación. Eso causó, la separación del matrimonio entre la pareja, y el nacimiento de Giovanna, que fue abandonada por Mercedes a los tres meses de nacida, Fabricio sufrió mucho ya que amaba a Mercedes sobre cualquier cosa, pero el vanidad y mezquindad de su esposa era mayor, así, Fabricio se mudó con Giovanna a una casa que había adquirido en el noroeste del país, pero, con el crecimiento de sus hijos y el trabajo tan pesado que él llevaba, Fabricio se vio obligado llevarle a Giovanna sus padres para su crianza desde los cinco años de edad.
Para ese tiempo, Giovanna cursaba la secundaria con excelentes notas, y todo lo que hacía era con suma precisión, para que le saliera perfecto, desconocía sobre su madre, puesto que su padre evadía cualquier pregunta sobre ella. Mientas Fabio, el hermano mayor de Giovanna, un hombre de veintiséis años, se encontraba estudiando Educación Física por ese motivo estaba viviendo en el Valle Central. Y hace unas semanas ella dejó de vivir con sus abuelos en el Valle Central, puesto que su padre la mudó para su casa.
Es aquí se incorpora a su vida, un hombre de 32 años de edad, llamado Michael Rosenbaum, un hombre cuya forma de ser era ostentosa con una mirada inocente que se perdía en un sentimiento de autoridad y frialdad, era amigo de Fabio, y estaba enteramente involucrado al Consorcio R&J, propiedad de él y el padre de Giovanna, la mayoría de empleados lo aceptaban como jefe pero su rectitud los hacía actuar bajo cierto temor ante algún reprimenda de su parte, ya que cuando le hacían enojar era realmente riguroso, Michael tenía dos años de haberse divorciado de su relación durante siete años, y después de aquella separación, a partir de eso él comenzó a usar su sensualidad y astucia para obtener a cualquier mujer que se le antojara, así era Michael Rosenbaum, rodeado de hermosas mujeres doblegadas por tu fortuna, por su físico, por sus galanterías, pero dentro de él, sabía que lo que estaba haciendo era huyendo de aquel sentimiento de soledad que reinaba, y la manera por la que llenó fue así.
Con la alianza entre los Rosenbaum y los Jiménez, Fabricio y Michael tenían una sociedad sólida, entre ella, una de las cadenas de hoteles más ostentosa del país, mientras Fabricio era más rígido, actuaba con la cabeza, Michael le ganaba con su actitud más sentimentalista, esa era la clave por la cual ambos llevaban avante su compañía.
Una mañana soledad, en uno de los hoteles donde estaba su padre en una reunión, mientras Giovanna llegó al vestíbulo, en ese momento, ella se dio vuelta a su derecha para ver quién había chocado con ella, era Michael, él se le queda viendo fijamente y se disculpa, en ese preciso momento, Fabricio se acercó hacia ellos, mientras Michael trataba de conversar con ella pero Giovanna no le daba opción alguna, ya que no le agradaba, además, tenía años de no verlo, porque ella vivía con sus abuelos en el Valle Central debido a sus estudios, ella se distancia para recibir una llamada, luego retornó donde estaba su padre y Michael, ella lo miró de reojo cuando éste los invitó a almorzar, pero se sintió aliviada porque su padre no aceptó debido a que tenía una reunión en media hora.
Después de ese encuentro, Michael se dedicó a seducirla con detalles, que los aceptaba porque Fabricio se lo pidió diciéndole que Michael era un buen partido para ella, pero en su interior, Giovanna le tenía mucha apatía y no le llama la atención, más sin embargo, él mostraba cualquier pretexto para verla o cruzar con ella, Giovanna se había puesto más difícil y no mostraba ningún signo de complacencia con él.
Una tarde oscura de domingo, Michael invitó a Fabricio y a Giovanna a tomar café en su casa, ya que sus padres estaban fuera del país, así los Jiménez llegaron a la casa de Michael, no habían pasado veinte minutos cuando Fabricio recibió una llamada de urgencia, así que debió retirarse, pero le pidió a Giovanna que acompañase a Michael mientras él volvía. Luego de que Fabricio se fue, Michael se fumaba un habano y trataba de hablarle pero Giovanna lo ignoraba, en ese instante la lluvia se tornó intensa, tanto, que era más que una simple tormenta, ella comenzó a preocuparse al haber escuchado un estruendo, era el puente del lugar que se había desvanecido, dándolos incomunicados, cuando la electricidad se fue, la joven se mostraba un desesperada al darse cuenta de lo ocurrido, mientras Michael trata de calmarla, y el poco de carga que le quedaba la había gastado tratando de llamar a su padre, quien lo ha contestado ninguno de sus mensajes, tres horas han pasado y las esperanzas de comunicarse con su padre eran nulas, hasta en el último intento donde ella conversó con él, pero él estaba en el Valle Central, evidentemente no llegaría por ella, Michael simplemente la observaba en silencio, rendido de sus intentos por entablar una conversación donde ella no se mostrara arrogante, el manto nocturno estaba por completo, y los reflejos de la luz de los relámpagos se introducían por la ventana, Giovanna permanecía inmóvil viendo la tormenta por la ventana, entre tanto Michael se sentó en el sofá de aq uel salón en que estaban, ella se mostró exasperada al verlo tan tranquilo.
- Señorita Jiménez, siéntese, creo que ya no crecerás más...
A lo que Giovanna le sonrió sarcásticamente.
- Por qué está como si nada?
- Porque todo está bien, solamente hay que tener calma...además no te puedo ir a dejar a tu casa porque no podemos salir...y no puede ver ni tu padre porque es la misma cosa – Le responde Michael.
- Calma? Calma? – Le responde ella con enojo – Estamos incomunicados, qué tal si esta lluvia no cesa?
- Le puedo decir una cosa, se ve tan hermosa cuando se enoja – Dice Michael con una sonrisa tierna.
- Michael, no es momento para decir estupideces, lo único que quiero hacer es irme de aquí – Le dice ella.
- Es muy peligroso irse ahora, la tormenta no ha pasado y el puente se derrumbó – Le responde Michael – Siéntese y esperemos.
- Odio haber venido – Dice ella a regañadientes.
- Eh? Un momento! Odias haber venido porque estás aquí conmigo? – Dice Michael.
- Cierra la boca! - Le grita ella.
- Vamos, ahora que estamos solos dígame que te caigo mal? – Le dice Michael observándola directamente a los ojos – Vamos, dígame, que no te gusta mi presencia?
- Ya basta! Michael por qué insiste conmigo? No crees que hay muchas mujeres allí esperándolo? Tiene de donde elegir – Le grita Giovanna.
- Mira! Te voy a decir algo! Me atrae y me gustas mucho...no eres como ellas... – Le expresa Michael.
- Déjame sola! – Le empuja Giovanna – Usted no me atrae en lo más mínimo, es más te odio.
- Me odias? Mírame a los ojos y dígame la razón por la cual me odias! – Le grita Michael.
- Basta! Esta conversación no va para algún lado, me dan unas ganas de... – Dijo Giovanna un poco más exasperada – Tengo unas ganas de besarte...
Giovanna se acerca a él besándolo con enorme pasión, ella se aferra al cuerpo de Michael con deseo incontrolable, ella sabía que no podía seguir ocultándolo, se sentía muy atraída por él, la joven se deja vencer por las caricias y los besos que él estaba dejando en su piel, mientras ella le decía frases que lo confortaron, él la hizo suya, Giovanna en ese instante no pensó en nada más que estar con él aquella fría noche. En la mañana siguiente, la tormenta todavía no se había detenido y las gotas de lluvia caían, ella despertó abrazada por él, fue en ese instante que él besó suavemente su cabello para acariciarlo.
- Buen día...
- Michael... – Susurró ella.
- Te preocupa algo? – Le preguntó él reposando su mentón en su cabello.
- Anoche... – Giovanna dijo pero él la interrumpió.
- Fue tu primera noche, lo sé... – Dice él.
Giovanna simplemente no dijo nada más y trató de asimilar que había perdido su castidad con él, con el socio de su padre, ella se sentía un poco nerviosa, pero a la vez, emocionada porque se sintió bien con él, luego se puso de pie, se duchó y se colocó una camiseta que él le había prestado, desde ese instante se mostraba poco comunicativa con él, más Michael no se atrevió a decir algo más sobre lo sucedido entre ambos la noche anterior.
Ellos permanecieron escuchando la radio tratando de recibir noticias de lo que estaba sucediendo con el clima, con ello, lograron enterarse que familias de escasos recursos económicos no podían ser rescatados por las unidades aéreas por el estado del climatológico, en ese instante Fabricio llamó al celular de Michael, en donde Giovanna pudo volver a hablar con su padre, y ella ya se sentía más tranquila. En la tarde, Giovanna, bebía un poco de café junto a él, fue cuando volvió a tocar el tema de la mañana.
- Michael...cómo lo supiste? – Preguntó ella.
- Eso se siente – Responde Michael.
- Hmmm...la experiencia – Dijo ella exasperada.
- Más que la experiencia, es el sentimiento que me haces sentir cuando te veo, cuando te hablo, cuando estoy contigo – Responde él con una tierna sonrisa.
- Bah! Suenas muy tonto, de donde sacaste esa frase poética? – Le pregunta ella con una mirada tímida.
- De aquí? – Dice él, mientras tomó su mano y la puso sobre su pecho, y la besó suavemente – Giovanna, lo que anoche pasó entre nosotros estuvo bien, me gustó mucho, y quisiera que siguiéramos saliendo.
- Estás seguro? – Le interrumpió ella un poco desconcertada – Mira que ya hasta divorciado eres...y yo no he terminado la secundaria.
- Amor, soy diferente a lo que esperabas, no soy perfecto, pero lo que siento por ti, es bueno – Dice Michael.
Ella le sonrió y asintió con la cabeza, de esa manera, aceptó intentar una relación de pareja con él, la noche los volvió a sorprender por segunda vez, eran alrededor de las ocho de la noche, ella se acercó con una botella de vino tinto junto a dos copas de vino tinto, se sentó de frente sus regazos, mientras él lo miró sorprendido con la actitud que ahora ella había tomado.
- Señor Rosenbaum, quisiera beber una copa conmigo?
- Nunca me negaría a tan hermosa compañía – Le responde él en tono como si la comenzase a conocer, él con el control remoto pone música suave.
Esa noche de pasión quedaría en la memoria de ambos, Giovanna se mueve suavemente al compás de la música y de las caricias que él le hacía sobre su cuerpo, a la media noche la lluvia se había calmado completamente, y por la mañana siguiente, alrededor de las nueve de la mañana, un helicóptero aterrizó al lado de la casa para recogerlos, así que los trasladó de allí al hotel Costa Azul, dónde los padres de Michael y Fabricio los esperaba un poco preocupados por el desastre natural que había sucedido, los padres de Michael tomaron las medidas necesarias para asegurar la casa, mientras la actitud de Giovanna había cambiado totalmente para con él, aunque al principio se comportaba como si nada hubiese pasado, él se las arregló para que entablaran una relación de noviazgo por un año y medio, hasta que contrajeron matrimonio civilmente, Giovanna aprendió a amar a Michael, mientras él compró una casa para ambos después del matrimonio, ésta estaba ubicada a unos kilómetros de Fabricio y de los padres de Michael, la relación era muy satisfactoria para ambos, ya que se estaba convirtiendo en una bonita relación.
El matrimonio Rosenbaum tenían casi diez meses de haberse unido, cuando una mañana de domingo, Michael le pidió que lo acompañara a uno de los hoteles, para que de ese modo, ella no se quedara sola en la casa, así que ella aceptó, aunque no le gustaba acompañarlo cuando era de negocios, ella observó a tres jóvenes ingresando, le llamó la atención de uno de ellos, pero no les tomó mayor importancia, en ese preciso momento llegó Michael, para llevársela al restaurante del hotel, en donde conversan.
- Mi amor, en la tarde debo ir a la capital, quieres acompañarme? Volveríamos mañana en la noche.
- La verdad, estoy un poco cansada, y mañana debo presentar un trabajo importante.
- Vamos, yo hablo con tu profesor – Le dice Michael.
- Amor – Le responde ella.
- Bueno, qué lastima! – Exclama – Cómo me duele dejarte sola.
- Me casé contigo, y conozco el tipo de vida que llevas, por eso no te sientas así, además, debo aceptarlo, no solamente yo soy tu centro de atención – Le repone ella.
- Te prometo que esos viajes se acabarán pronto, porque quiero que manejemos la idea de mudarnos a la capital – Le propone Michael.
- En serio? Porque no te miento en esa casa me siento muy sola – Dice Giovanna.
- Hola – Dijo un hombre interviniéndoles, junto a una joven de edad similar a la de Giovanna.
- Hola – Responde él inmediatamente, viendo que era Roberto, uno de sus colegas.
- Les presento a mi sobrina, Zahori, cariño, ellos son mis amigos Michael y Giovanna – Dice Roberto.
- Mucho gusto – Se responden mutuamente.
- Y a qué se debe su visita? – Le pregunta Michael.
- Hoy inauguro un centro de recreo en esta ciudad, estoy afinando los últimos detalles, nos quisieran acompañar – Dice Roberto.
- Esta noche? Lamentablemente, tengo que ir a la capital, pero no sé si Giovanna quisiera ir – Respondió Michael.
- Claro! – Dice Giovanna – Zahori, podría ir contigo?
- No hay problema, además, estaría sola, porque no conozco a nadie – Responde Zahori sonriéndole entusiasmada.
- Bueno, si no hay problema, me podrías acompañar esta noche en mi casa después de la apertura? Es que mi esposo no estará y no quiero estar sola – Dijo Giovanna.
- Qué vergüenza! – Respondió la otra joven.
- Nada que ver, me pareces muy agradable, además las dos son jóvenes y nos podemos entretener bastante charlando – Dice Michael.
Así fue que Zahori y Giovanna se conocieron.
Horas más tarde en el litoral central, Zahori, quien era la sobrina más allegada a Roberto, y Giovanna, se dirigieron a la apertura del centro recreativo del tío de Zahori, allí Giovanna consumiendo una soda mientras conversaban en el estacionamiento, en ese momento llega una camioneta con un trío de jóvenes, uno de ellos se le queda viendo a Giovanna fijamente, ella vio que era el mismo muchacho que había visto en el hotel hacía unas horas, ellos ingresaron, luego salió Roberto para llevárselas al bastidor, allí estaban esos muchachos, el tío de Zahori los presentó, ésta conversaba con ellos, mientras Giovanna se mostraba distante con los muchachos, sin darse cuenta que ese encuentro dejaría huella en sus vidas.
- Zac, qué canción deseas para el inicio? – Preguntó Isaac, el mayor de los tres.
- Me gustaría “Perdido uno sin el otro”, o bien, “Navaja de afeitar”, cualquiera de las dos son muy movidas – Le externa Zac, el menor de ellos – Y vos, qué sugieres?
- No lo sé, me da igual – Respondió Isaac – Y tú qué opinas? – Continuó dirigiéndose a Taylor, el de mediana edad.
- Las sugerencias de Zac están bien, solamente que me gustaría “Muy duro como para romperse” o “Hey” – Comentó Taylor tomando un sorbo de su soda.
- Bueno, fue un placer conocerlos, nosotras nos retiramos, porque vemos que están un poco ocupados – Interrumpe Zahori.
- Tú no te vas de aquí – Le jala Isaac del brazo – Siempre estamos rodeados de mujeres lindas, pero, ustedes son únicas.
- Qué cosas dices! – Dice Zahori sonriéndole con el rostro ruborizado – Y por qué no cantan las cuatro al inicio?
- Ok, tomaremos en cuenta tu sugerencia – Dice Zac – Te gustaría escuchar un pedacito para que nos ayuden a elegir.
- Claro – Respondió Zahori de inmediato, al escucharlos cantar a capella – Hmmm...con razón se les hace difícil elegir, son muy buenas, pero me gusta mucho “Hey” o “Perdido uno sin el otro”.
- Zahori, iré a acompañar a Roberto – Dijo Giovanna.
- Vamos te acompaño – Dijo Taylor inmediatamente.
- No, mejor no – Responde Giovanna.
- Insisto – Dice él con una sonrisa pícara.
- Tengo que ir al baño – Intervino Zac – Vamos los acompaño.
De esa manera, Zac se fue junto a Giovanna y Taylor, para dejar a Isaac con Zahori a solas.
- Está lindo el lugar - Comentó Taylor.
- No está mal – Respondió ella volviéndole a ver.
- Tuvimos un largo viaje, espero que valga la pena – Dice él.
- Eso esperemos – Le dice Giovanna.
- Disculpa mi intromisión, pero tienes novio? – Dice Taylor.
Giovanna guardó silencio por un momento, luego le mostró un rostro un poco disturbio ante su pregunta.
- Perdón, si te ofendí – Repone él.
- No hay problema, pero discúlpame porque no he tenido un buen día – Dice Giovanna un poco distraída.
- Está bien – Le responde ella – Bueno, voy con mis hermano, y espero que disfrutes la velada...tu canción será “Perdido uno sin el otro”.
- Tay! – Dice Zac – En cinco minutos comenzamos.
- Me voy...adiós...cuídate...preciosa – Le dice Taylor sonriéndole.
- Igual – Le respondió ella viéndolo retirarse.
Taylor se retira y minutos más tarde se da inicio a la presentación, la primera canción fue “Hey”, en el lugar habían unas trescientas personas celebrando la apertura del centro de recreo, quienes escucharon las melodías que ellos interpretaban, era un trío joven y comenzaba a gustarle a las muchachas de las ciudades que visitaban, Giovanna y su nueva amiga Zahori sonreían, mientras Taylor comenzó a hacer un solo con el piano, Zahori volvió su mirada a Isaac, esa mirada era fija y detenida para no permitir que ningún detalle se fuera de su recuerdo, Isaac coordinaba con ambos las tonadas y Zac descargaba su energía en la batería, de esa manera tocaron varias canciones, Isaac tomó el micrófono y dedicó a Zahori la canción “Un minuto sin ti”, entre ellos, era notoria la química entre ambas, Giovanna no soportaba y sonreía con enorme placer ante aquellas seducciones entre Isaac y Zahori, fue cuando en ese momento el ritmo tornó otro rumbo y Taylor comenzó a cantar “Perdido uno sin el otro”, inmediatamente Giovanna recordó que lo que Taylor le había dicho antes de separarse de ella; la multitud de jovencitas estaban arrebatadas con la música de ellos, pero los corazones de Giovanna y Zahori estaban siendo cautivados más que cualquier otra en aquel lugar, la canción “En un ratito” dejó ver el romanticismo que había en ellos, por último Taylor cantó “Nunca lo dejes ir”, volviendo su mirada a Giovanna le guiñó el ojo, y el rostro de Giovanna se llenó de mucha emoción, Zahori volvió su mirada cerca del área del bufete de comidas cuando vio a Ricardo de la mano con otra muchacha, aunque no quería admitirlo su corazón se frunció de dolor al recordar el pasado oscuro que hubo en su vida y que él le hacía revivir con solamente su presencia.
Mientras cantaban “Sigue a tu líder” Taylor comenzó a aplaudir continuamente mientras los presentes lo seguían, en ese instante, los juegos pirotécnicos comenzaron a explotar como mil mariposas de color en cielo ante las miradas sorprendidas de ellos, y así terminó la presentación de ellos. Luego, Giovanna vio como Isaac llegó por Zahori, Isaac se la llevó para un sector oscuro del centro de recreo bajo la oscuridad que un árbol producía, allí con una sonrisa que destellaba la luz de la luna sobre sus frenillos la besó una y otra vez, así que decidió irse a donde estaba Roberto, en el trayecto, Taylor la detuvo del brazo, y la llevó al aparcamiento, cerca de la camioneta que los transportaba.
- Te felicito, estuvieron geniales – Le comenta Giovanna.
- Gracias, ahora, los técnicos están desmontando el equipo, así que durarán unos minutos antes de irme con ellos y mis hermanos, así que quiero compartirlos contigo.
- No me hagas reír – Le bromeó ella.
- En serio! Una cosa más...espero que esta no sea la única vez que te pueda ver – Dice él.
- Yo también – Le afirmó ella – Pero, creo que es mejor que me vaya con Roberto.
- Dame tu número de teléfono, no quiero perder el contacto contigo – Le dice él entusiasmado.
- Lo siento, no puedo – Responde ella – Bien, ahora sí me voy, pórtate bien.
- Si no me das tu número de teléfono...por lo menos un beso – Dice Taylor jalándola del brazo al verla irse.
Taylor la atrae hacia su cuerpo hasta ella sentir el aroma de su colonia, ambos tenían la mirada fija hacia el otro, fue cuando él comenzó a acercarse aún más hasta sentir que ambos respiraban el mismo aire, suavemente él rozó sus labios.
- Hey! Niña bonita! Es hora de irnos – Gritó Zac desde la camioneta.
- Lo siento me tengo que ir – Dice Giovanna dejando a Taylor con el roce suspendido en el aire.
Giovanna camina rápidamente hasta un servicio sanitario, allí se miraba frente al espejo y no podía creerlo que estuvo haciendo, casi besa a un hombre que no era Michael, no podía creer que tenía ella muchas estupideces en la cabeza, estupideces que la quería aturdir mientras un par de lágrimas rodaron por su mejilla aún un poco asustada, luego sale de allí y se encuentra con Zahori. Después de aquella fiesta que duró un par de horas más, Giovanna y Zahori se fueron para la casa de Giovanna, estando sentadas en el sofá y a solas, ambas conversaban lo que había sucedido con los muchachos en el centro de recreo.
- No me vas a negar que estaban muy guapos – Dice Zahori.
- Claro, pero casi cometo esa estupidez de besar a Taylor – Dice Giovanna.
- Vaya! Mira sé que todavía no nos conocemos muy bien, pero siento que te conozco desde antes, y no te preocupes...eso nunca pasó – Le afirma Zahori con una sonrisa pícara.
- Gracias, sabes? Me caes muy bien – Dice Giovanna.
- Y usted a mí – Dijo Zahori
- Generalmente, soy muy desconfiada e insoportable, y dicen que hasta arrogante...pero quizás nadie me entiende como usted me ha entendido en estas horas – Dice Giovanna
- A mí, me pasa igual, con usted soy diferente, soy otra – Dice Zahori.
- Otra? – Le interrumpe Giovanna.
- Bueno, otra no, soy yo misma...la verdad es que necesito una amiga – Zahori.
- Pues, cuanta conmigo, aunque vivo aquí, pero si me necesitas puedo irme a tu casa y ayudarte...porque eres una buena chica – Le repone Giovanna.
- No te creas, no soy tan perfecta – Dijo Zahori muy afligida.
- Bueno, no estoy diciendo que eres perfecta, pero, entre las dos hay mucha química – Afirma Giovanna.
De esa manera, la noche transcurrió entre el tema del momento: Isaac, Taylor y por qué no? Zac. Al día siguiente, por la tarde antes de que Zahori tuviera que regresar a su casa, las muchachas van al parque a tomar un poco de aire, allí se encontraron a otros muchachos del barrio, y que eran excompañeros de primaria de Giovanna, con ellos compartieron unas horas más hasta encendieron una fogata en la playa que quedaba a pocos metros del parque, allí comieron malvaviscos cocinados al fuego, aunque el momento fue muy gozoso, Giovanna notó enorme tristeza en Zahori, así que la separó del grupo y mientras caminaban, Giovanna no perdió un minuto y le dijo:
- Qué sucede?
- Tengo algo que contarte, porque necesita hablarlo con alguien, además no soy tan perfecta como tu crees, y no sabía si compartirlo o no para que me entiendas...ahora que te conozco un poquito mejor...siento que puedo tenerte un poco más de confianza... – Le dice Zahori contándole sobre lo sucedido con Ricardo.
- Qué! Ay, qué triste! Ahora te entiendo mucho, pero ten calma, todo va estar mejor...porque conversarlo te hizo bien – Repuso Giovanna.
- Gracias – Dijo Zahori dándole un fuerte abrazo.
Después de aquella conversación, Zahori se sentía más tranquila contándole a alguien lo sucedido, más si ese alguien se había convertido en su mejor amiga desde aquel momento, en la mañana siguiente Zahori debió volver a la capital, para iniciar un nuevo curso lectivo, allí ella se sentía un poco enferma, así que se introdujo en la cafetería y se compró una taza de chocolate caliente, cuando alzó su mirada vio que en ese mismo colegio estaba Isaac, la llamó por su nombre y ella se alegra mucho, y que después de todo ella se sintió bien en aquellos minutos que estuvo junto a él, Isaac le sonríe animado.
- Qué haces aquí?
- Me han transferido a ese colegio, porque a mi padre lo trasladaron en su trabajo, aunque de verdad no me gusta estar aquí, no conozco a nadie – Respondió ella un poco afligida.
- Eh! Calla! Nos tienes a nosotros...bueno...a mí y a mis hermanos – Dice Isaac – Puedes considerar que tienes éstos tres amigos.
- Ay, qué lindo! Gracias – Dice Zahori – Por cierto, dónde están ellos?
- Taylor está con su novia afuera de la cafetería...Zac está en educación física – Dice Isaac.
- Oh, ya veo! – Dijo Zahori alcanzando a ver a Taylor de la mano con una chica – Quién lo ve? Y seduciendo a mi nueva amiga de la playa.
- No! Taylor no es así! – Respondió Isaac con una hermosa sonrisa.
- Hmmm...en serio? – Dice Zahori.
- De hecho, ninguno de nosotros es así – Le afirmó él – Simplemente, le gustó mucho esa chica...y a mi me gustó a una chica que besé después de la presentación.
- Ay, qué pena! – Dice ella sonrojada.
A partir de ese instante, Zahori compartía en los recesos, con Isaac, Taylor y Zac, semanas más adelante, Isaac llegó a la casa de Zahori, para conversar un rato, luego dieron una caminata por la ciudad al llegar al parque central Isaac se detuvo Zahori se preocupó, porque sintió que él estaba mal de salud, pero al contrario, le sonrió y le confesó sus sentimientos por ella, Zahori se sonrojaba con las dulces palabras de él, fue cuando él se acercó tomándole la mano y se había acercado tanto que comenzó a besarla con intensidad, mejor que la vez que estuvieron en el centro de recreo.
Un mes después, la pareja Rosenbaum traslado su domicilio al Valle Central, en un sector de renombre en la capital, Giovanna caprichosamente le exigió a Michael que la colocara en el mismo centro educativo que su amiga Zahori, donde también, Fabio, su hermano, servía como educador, él muy complaciente con ella aceptó, a pesar de tener una semana totalmente libre, en esos días Jonathan Pérez, un accionista musical, lo llamó para que lo acompañara donde estaban rodando un vídeo musical de su firma disquera, Giovanna llegó al lugar donde se encontró con Zahori, sorprendida la abraza, dándose cuenta que el vídeo era de Hanson, de repente Michael se acercó a ellas:
- Hola Zahori – Dice Michael.
- Hola señor Rosenbaum – Dice Zahori.
- No me digas señor...dime...Michael – Dice él, mientras Zahori asintió con la cabeza – Amor, necesito que ayudes a Jonathan.
- A qué? – Dice Giovanna sorprendida.
- Hmmm...se supone que unas jóvenes iban a venir y no llegaron, y las necesita para el vídeo – Dice Michael.
- Yo? – Dice Giovanna.
- Tú y Zahori – Responde él.
- Luego no te quejes – Respondió ella con una enorme sonrisa.
- Otra cosa, tengo una reunión de emergencia, así que me tengo que retirar – Dice Michael.
- Pero... – Dice Giovanna.
- Javier te va dejar – Dice Michael besando sus labios.
- OK – Dice Giovanna.
Y así comenzaron a rodar el vídeo, con Taylor, Isaac y Zac, mientras Jonathan hacía los últimos detalles, Zahori no deja de charlar con ellos, mientras Giovanna ni alzaba su mirada hacia Taylor, y contrariamente se comportaba arrogante, cuando la grabación terminó, Giovanna se fue con Jonathan, sin dirigirle palabra alguna a ellos.
En vez de irse a su casa, ella decide irse a casa para hablar con Fabio, de ese modo podría enterarse cómo era la escuela, tan pronto terminó de hablar con él se regresó a su casa con su marido, quien al verla entrar a la casa la abrazó con dulzura y le susurra al oído cuánto la ama, ella se sentó a su lado recostando su cabeza en los muslos de él.
- Amor, qué rápido! Dentro de un mes cumplimos nuestro primer aniversario, qué deseas que hagamos para ese día? – Le preguntó él mientras le acaricia el cabello.
- No lo sé, quiero que ese día sea solamente para los dos – Responde ella, refiriéndose a que deseaba que ninguna reunión se presentara para ese día.
- Oh, amor! Yo cancelaré todas las reuniones, para estar junto a ti – Dice él – Si quieres podemos dar un viaje corto.
- Viajar en este momento? – Le interrumpió ella – Estoy en clases.
- Será algo breve – Responde él – Un fin de semana.
- Bueno, está bien, solamente que el destino lo elijo yo verdad! – Dice ella.
- De acuerdo – Dice él.
Así hablan hasta que el sueño los vence y los hace irse a dormir, ella debió ingresar dos días antes que lo esperado a clases, ella en el primer día, lo primero que vio fue a Zahori junto a Isaac, ambos permanecían de la mano, Giovanna se les acerca abrazándolos con enorme afecto, puesto que desde la grabación no se encontraban, además, les comentó que le agradaba el ambiente en ese colegio, mismo en el que permanecería antes de ingresar a la universidad, además en el que estaba su hermano Fabio. Afortunadamente, a ella la remitieron a la misma clase con Zahori, y en uno de los recesos, Zahori la lleva a la cafetería, mientras le conversaban sobre el colegio, Giovanna se sentó al lado de un ventanal gigantesco que le permitía ver el exterior de la cafetería.
- Cómo te llamas? – Le pregunto Giovanna.
- Silvia...Silvia Buján – Responde ésta.
- Giovanna, Silvia es excelente persona así que es de nuestra confianza – Dice Zahori – Miren quién viene?
- Zac? – Dice Giovanna.
- Mi novio! – Dice Silvia soltando una risa pícara.
- Hola, chicas! Hola, amor! – Dice Zac acercándose a Silvia.
- Hola, Zac! – Respondieron ellas simultáneamente.
- Entonces, eres nueva, pero no deberías juntarte con éstas, porque son terribles – Le recomienda Zac entre bromas.
- De acuerdo – Responde ella.
- Qué les traigo? – Dice Zac.
- Gaseosa de dieta – Responde Giovanna, dándole el dinero.
- A mí, un café – Dice Taylor acercándose.
- Hmmm! Un minuto! Miren quién se digno a sentarse con los perdedores, Taylor, el glamoroso y popular, oye! Qué diablos haces con los plebeyos? – Dice Zac.
- No empieces – Dice Taylor.
- Hola, Tay! – Dice Silvia.
- Cómo están? – Responde él – Hola, muchacha... – Dirigiéndose a Giovanna.
- Hmmm...hola! – Respondió ella a regañadientes.
- Un momento! Silencio! Viene lo más hermoso que tiene el colegio – Comentó Silvia suavemente.
Entonces Giovanna se iba a voltear para ver quién era la persona que se acercaba, pero unas cálidas manos le cubrieron los ojos, ella permanece callada, y cuando siente que esas manos se alejan de sus ojos permitiéndole ver quién era, se le tira encima abrazándolo con fuerza, mientras recibía un beso en la mejilla, era Fabio, él le sonríe ante las abrumadas miradas de sus compañeros en la mesa.
- Bebé, cómo estás? – Dice Fabio.
- Bien – Dice ella con una amplia sonrisa.
- OK, bebé, cuídate...nos vemos luego – Dice él retirándose de allí – Pórtense bien muchachos.
- De acuerdo – Respondieron ellos viéndolo cómo se iba.
- De dónde conoce al profesor? – Pregunta Silvia.
- Más que eso...él es mi...- Dice Giovanna.
- Tú novio? – Dice Silvia sorprendida.
- No! – Giovanna soltó una carcajada – Él es mi hermano mayor...
- Ah! Eso explica todo – Dice Silvia – Qué pena! Cuñada! Se llevan bien, verdad?
- Sí, él es mi cómplice – Confiesa Giovanna – Es muy comprensivo, y es como un padre...a parte de ello nuestro padre es una persona muy ocupada.
- Bueno, ya me retiro – Dice Taylor notoriamente insatisfecho ante la presencia de Giovanna.
- Adiós – Le respondieron ellos.
Cuando volvieron a la lección Giovanna se sentó al lado de Silvia, con quién hablaba mientras el profesor llegaba, en ese momento Taylor se incorpora a la clase junto a su novia, Victoria, Giovanna se le revolvía el estómago al verlos, ya que desde la grabación del vídeo habían habido cierto roces. Durante las primeras tres semanas, realizaba muy bien su labor dentro de clase, a la salida, Giovanna salió al lado de Zahori, Isaac, Silvia y Zac, en un punto tomaba un taxi, ya que a esa hora Michael se encontraba trabajando, pero esa ocasión él había amanecido con un dolor muy fuerte de cabeza, así que decidió permanecer descansando en su casa, y ella lo llamaba para a ver cómo seguía, en lecciones de Biología, Randall Venegas, el profesor, le indicó a Giovanna, Zahori y Silvia que se unieran a Taylor para realizar un trabajo grupal, afortunadamente ella se sentía segura al estar junto a sus amigas, durante la lección debían ponerse de acuerdo para encontrarse fuera de clase y así hacer el trabajo, en ese momento Inés Rojas, la asistente de la Dirección ingresó al salón de clase, diciendo mientras repartía unos formularios:
- Buenas tardes jóvenes, cómo saben la próxima semana comenzará el programa de automatización de los procesos administrativos del colegio, y necesitamos que en la base de datos de los estudiantes, esté actualizada, así que necesito que me llenen esta boleta para incorporar sus datos.
Mientras llenaban los datos Silvia se dirigió a Zahori.
- Cuándo nos podremos reunir para hacer este trabajo?
- No lo sé, Giovanna...Taylor...Silvia...ustedes cuándo pueden? – Dice Zahori.
- Cuando puedan ustedes, nada más díganme y allí estaré – Respondió Giovanna, mientras le entregaba el formulario a Inés.
- Pero, dónde? – Dice Silvia.
- En mi casa no, porque mi papá es insoportable y armará enorme lío... – Responde Zahori.
- La mía es pequeña – Dice Silvia – Y en la de Taylor, hmmm, Zac no me dejaría hacer el trabajo, además, mis papás no me dejarían...qué tal en la Biblioteca?
- Aburrido...-Responde Taylor – Esa señora no me quiere...me vive regañando.
- Giovanna, en tu casa? – Dice Zahori.
- Sí se puede, estoy segura que no habrá problema con Michael – Dice Giovanna.
- Pero, no sé dónde vive usted? – Dice Silvia.
- No te preocupes, nos ponemos de acuerdo y los recogemos – Dice Giovanna.
- OK, Giovanna! Entonces dentro de dos días en la tarde, cambiando de tema, quieres ir con nosotros ahora en la noche a un centro nocturno? – Dice Silvia.
- No lo sé – Dice Giovanna.
- Vamos, sé que podrás! – Dice Zahori.
- Vamos! No me digas que tus padres no te dejarán – Dice Silvia.
- Hmmm...mis padres? – Respondió Giovanna sonriéndole a carcajadas.
- Michael! Vamos Giovanna dile que te acompañe – Dice Zahori – Además, es la presentación del disco de los muchachos.
- Bueno, no aseguro mucho, pero creo que sí – Dice Giovanna.
- Quién es Giovanna Rosenbaum? – Dice Inés.
- Yo? – Dice Giovanna alzando su mano.
- Joven, es una broma? – Dice Inés.
- A qué se refiere señora? – Preguntó Giovanna.
- Sobre sus datos... – Dice Inés.
- Todos son verdad – Respondió Giovanna.
- Necesito su acta del registro civil – Dice Inés.
- OK – Dice Giovanna – Mañana se la traigo.
Alrededor de las tres de la tarde, Giovanna intentó llamar a Michael, para verificar su estado de salud, pero lamentablemente él no respondió su llamada, a pocos pasos de llegar al aparcamiento, Silvia le dice:
- Giovanna, tengo que preguntarte algo – Dice Silvia.
- Claro dime – Responde Giovanna.
- Por qué Inés la interrogó tanto? – Dice Silvia.
- Ah, por mi estado civil – Dice Giovanna.
- No me digas que... – Dice Silvia.
Pero era demasiado tarde, Giovanna salió corriendo luego de haber alzado su mirada y logrado ver a Michael allí esperándola.
- Mi amor! – Dice Giovanna un poco sonrojada al abrazarlo con fuerza.
- Hola mi amor – Dice Michael besándola suavemente en los labios.
- Cómo seguiste? – Preguntó ella acariciándole el rostro.
- El dolor de cabeza? Fui donde mi padre y allí me dio unos medicamentos – Respondió él – Y cómo ves estoy bien!
- Qué falta de educación! Silvia él es mi esposo Michael...amor...Silvia – Dice Giovanna.
- Mucho gusto – Dijo él muy educadamente – Muchachas van para sus casas?
- De hecho, sí, si no es molestia – Respondió Zahori.
- Para nada! Entonces vamos, las dejo – Dice Michael mientras les abre la puerta de los asientos traseros.
- Oye, y Zac? – Preguntó Giovanna.
- Salió hace rato – Respondió Silvia.
- Y Ike? – Siguió preguntando Giovanna.
- No tenía clases – Dice Zahori mientras Michael arranca el vehículo.
- Amor, ya pensaste que vamos a hacer? – Dice Michael.
- No, pero el viaje suena bien – Responde Giovanna – Michael, mis compañeros irán a un bar esta noche y quiero ir...pero quiero que me acompañes.
- Vamos Michael! Vayan! – Dice Zahori – Además, es el lanzamiento del disco de los muchachos aquellos.
- Ay, qué pena! Ya tengo reservaciones para un bar – Responde Michael.
- Ahhh...lástima – Dice Giovanna.
- Sí, Jonathan me llamó y me dijo de las reservaciones que teníamos para la presentación del disco de los Hanson – Terminó de decir Michael.
- Entonces iremos? – Dice Giovanna con una amplia sonrisa.
- Será en el Suite 360? – Pregunta Michael.
- Sí – Respondió Silvia.
- Entonces es la misma cosa, Daniel, es el dueño de allí, y él es un viejo amigo – Dice Michael.
- En serio! – Dice Silvia.
- Sí – Respondió Michael.
De esa manera, Michael llevó a Silvia y a Zahori a sus casas respectivas, luego ellos fueron a su casa, Giovanna abrió la puerta de la casa mientras su esposo sacó una bebida energética de la refrigeradora.
- Michael quería preguntarte algo, yo tengo que hacer un trabajo en grupo – Dice ella.
- Sí, y qué necesitas? – Preguntó él desde la cocina.
- Pueden venir mis compañeros de grupo acá? – Le dice ella.
- Por su puesto amor! – Le indicó él sonriéndole – Ni lo preguntes, bien, a qué hora quieres estar en el bar?
- La presentación es a las ocho – Respondió ella – Y apenas son las cuatro, no crees que podríamos hacer algo mientras llega la hora.
Giovanna sonrió pícaramente sintiendo como él se acercó y comenzó a besarle con enorme pasión, ella lo conocía bien, así que ambos subieron a la segunda planta donde ella accedió a él con el mismo deseo, horas más tarde ambos tomaron una ducha y consiguieron estar listos para retirarse a la actividad, así que abordan el vehículo para llegar el centro nocturno en el cual habían quedado de acuerdo asistir, Michael aparcó en un buen lugar su vehículo, y seguidamente se dirigieron a la entrada para obtener el espacio que habían reservado en el Suite 360, Michael y su esposa se toparon con Daniel, quién los saludó con cordialidad, luego Mariano, uno de los meseros, los dirigió hasta su espacio, la presentación no había comenzado, y en el recorrido, Giovanna se encontró con Zahori, ésta la jaló del brazo separándola de su esposo, Michael hizo un gesto aprobando que se separasen mientras él permanecería junto a Daniel en su mesa, así que ellas se abrazaron con emoción y luego se unieron a Silvia.
- Pensé que no vendrías – Dice Silvia muy entusiasmada.
- Por favor! Michael? Si Giovanna pide “un monumento con su nombre” él lo contruye – Dijo Zahori.
- La verdad que sí – Dice Giovanna guiñando el ojo – Pero disculpen la tardanza, lo importante es que aquí estoy.
- En serio gracias por estar aquí – Dice Zac acercándose a ellas.
- Zac...mucha suerte – Dice Giovanna con una enorme alegría.
- Gracias – Dice él, quien se le notaba un tanto nervioso.
- Hola a todos! Ya estoy aquí – Dice Victoria, la novia de Taylor, acercándose a ellos.
- Y dónde se van a sentar? – Dice Giovanna.
- Hmmm...creo que queda espacio allá – Dijo Silvia.
- Por qué no se vienen conmigo? – Dice Giovanna – Tengo un buen espacio.
- No hay problema? – Dice Silvia refiriéndose a Michael.
- Para nada! – Soltó Giovanna una sonrisa pícara.
- OK vamos! – Dice Zahori – Zac, vamos estar con Giovanna.
- De acuerdo – Dice él – Yo ya me voy para allá con mis hermanos.
- Puedo ir con ustedes? – Dice Victoria.
- Hmmm... – Murmuró Zahori, ya que Victoria no era de su agrado, luego volvió su mirada a Giovanna, quien se encogió en sus hombros, mientras Silvia aclaró su garganta.
- Eh? No habrá problema – Sonrió Giovanna.
- Con quién viniste? – Preguntó Victoria mientras caminaban.
- Perdón no te escucho? – Dice Giovanna, tratando de no ser descortés con Victoria.
- Que con quién viniste? Sola? – Le repite Victoria.
- Hola, Giovanna! – Interrumpió Jonathan acercándose a ellas y dándole un beso en la mejilla.
- Hola, Joe! – Dice Zahori.
- Silvia! Zahori! Cómo están? – Preguntó Jonathan.
- Muy bien – Respondieron ellas.
- Rosenbaum! Dónde está Mich? – Dijo él dirigiéndose a Giovanna.
- En nuestra mesa, esperándonos – Respondió Giovanna.
- Ahora lo voy a saludar...me quedaré con ustedes – Dice Jonathan.
- Está bien – Dice ella.
Las cuatro se fueron a la mesa donde estaría Giovanna, pero solamente encontraron a Daniel, el amigo de Michael, Giovanna preocupada dio un vistazo a su alrededor, buscando a su esposo.
- Y Michael? – Dice Silvia.
- Ni idea, lo dejé acá, pero con quién se quedó hablando – Dice Giovanna.
- A quién busca princesa? – Dice Michael sorprendiéndola con un beso en el oído.
- Sí, dónde te habías metido? – Se volvió ella para besarlo.
- Nada en especial – Respondió Michael – Cómo están?
- Bien – Respondieron las amigas de Giovanna, mientras Victoria lo veía de reojo.
- A usted no la conozco – Indicó Michael a Victoria.
- Victoria – Respondió ella.
- Mucho gusto Michael – Le dijo él.
Entre conversaciones la presentación del disco comenzó, el escenario se llenó de emoción, y comenzaron a cantar, Giovanna sonrió ya que se recordó la primera presentación en que los vio tocar, por supuesto, la vez que Taylor casi la roza en los labios, la música fue coreada por los seguidores de ellos, mientras en su sitio Zahori y Giovanna intercambiaban vistazos que decían más de lo que mostraban, Isaac volvió su mirada al verlas sonreír, cuatro canciones antes de terminar el concierto de presentación, Isaac tomó su micrófono y dijo:
- Gracias a todos y a todas, por venir a vernos tocar hoy...ahora la siguiente canción es una dedicación muy especial...Giovanna...de tu esposo...
De esa forma, Isaac comenzó a cantar “Canción de amor”, Giovanna volvió su mirada a Michael, quien le sonrió pícaramente, ella se le tiró a abrazarlo con enorme cariño para luego besarlo con pasión, luego Taylor comenzaba a animar al público mientras cantaba dio un vistazo a donde ellos estaban.
- Mi amor, gracias por el detalle – Dice Giovanna.
- Con gusto princesa – Dice Michael.
- Ustedes? Están casados? – Dice Victoria.
- Sí, por casi un año – Se volvió Giovanna y le respondió.
- Hmmm... – Se expresó Victoria.
La presentación fue un éxito, los presentes, en su mayoría seguidores de ellos, gozaban la actividad l máximo, mientras Taylor tomó el micrófono una vez más y dijo:
- Bueno – Soltó una amplia sonrisa – Estamos muy agradecidos por todo los presentes hoy acá, para despedirnos...hay una canción que me trae muchos recuerdos...para ustedes “Perdido uno sin el otro”...
Taylor comenzó a tocar el teclado, y los presentes comenzaron a bailar, Giovanna volvieron su vistazo a Zahori, ésta sabía de la canción, seguidamente volvió su mirada a él, quien disimuladamente le guiñó el ojo a él, ella sonrieron suavemente y cruzaron sus miradas, ella trató de disimular la conexión que había entre ambos a pesar que llevarse tan mal cuando se hablaban, luego de que la presentación terminó, Michael y Giovanna se retiraron a su casa.
Los dos días transcurrieron, y a la hora de la salida del colegio, Giovanna y sus compañeros del trabajo grupal se enrumbaron a la casa de la joven abordando un taxi, Giovanna abrió el portón seguido de la puerta principal, cuando ella iba a abrir, Michael se le adelantó abriéndole la puerta, Giovanna al verlo le sonrió.
- Amor, no andes en medias! – Le dijo ella.
- Así me gusta andar a mí – Respondió Michael besándola en los labios – Hola...
- Qué tal? – Respondieron los compañeros de Giovanna.
- Bueno, pasen adelante, amor, quien que mande a traer algo de comer, me imagino que deben tener hambre – Dice Michael.
- Qué quieren ustedes? – Les preguntó ella a sus compañeros.
- Pizza! – Respondió Zahori inmediatamente.
- Pizza? – Dice Giovanna – Amo, me traes mi favorita?
- Extra queso con tocineta – Dice Michael.
- Chris, cómo estás? – Le dijo Giovanna al amigo de su esposo.
- Bien, vamos para ir a traer las pizzas – Dice Chris a Michael.
- Jale a hacer ese trabajo – Dice Giovanna.
De esa forma, Giovanna se encerró con sus compañeros en el estudio, allí realizó el trabajo y compartió con ellos, minutos más tarde llegaron Chris y Michael con las pizzas, Giovanna se sentó en los regazos de Michael quien bebía una jarra de cerveza al compartir con ellos.
- Jamás hubiera pensado que estás casada – Dijo Pamela, la última compañera que se integró al grupo de trabajo.
- Bah! Qué tonterías! – Respondió Giovanna – Además, ya estoy acostumbrada a que no me crean...son bromas!
- Además, tenemos poco tiempo, casi un año – Concluyó Michael.
- Y no han pensado en tener hijos? – Preguntó Pamela.
- La verdad, todavía no están en nuestros planes, pero si Giovanna hubiera querido tenerlos ya los hubiéramos tenido – Dice Michael.
- Sí, de hecho empezamos a tener ¡tú sabes! antes de casarnos...y nos hemos cuidado – Afirmó Giovanna.
- Y tus padres qué dijeron? – Dice Pamela.
- Mi padre, no se opuso, más bien estaba feliz, y mi madre, pues no la conozco me abandonó cuando era muy niña – Le contesto Giovanna.
- Lo siento – Le dijo Pamela.
- No hay cuidado – Respondió Giovanna.
Michael se retiró de nuevamente junto a Chris, quienes conversaban en la sala de juegos, mientras ella y sus compañeros de grupo terminaban el trabajo.
- Si pueden, nos acompañarían a la casa que teníamos cuando vivíamos en playa – Dice Michael.
- Ay! Cómo crees amor? – Dice ella – Y eso para cuándo?
- El fin de semana – Dice Michael.
-
Una semana más tarde la pareja dejó el país para irse a uno nórdico, cómo ella se lo había pedido, allí permanecieron una semana completa, en donde conocieron diversos lugares históricos y contemporáneos.
Luego de dos semanas más, Giovanna sintió que el comportamiento de Michael había cambiado totalmente diferente y se mostraba muy indiferente para con ella, a lo que ella consideró que era pasajero, pero su forma de pensar cambió cuando una noche él regresó de su oficina de trabajar, ella se le acercó muy cariñosa abrazándolo, lo jaló a la cocina, para servirle algo de tomar, ya que le notaba un poco indispuesto, mientras el bebía la copa de whisky, ella se sentó en el mostrador de la cocina, luego lo jaló suavemente y le soltaba la corbata, Michael se sirvió una copa más.
- Cómo te fue? – Le preguntó suavemente ella.
- Bien... – Respondió Michael.
- Amor, quieres comer algo? – Le dijo Giovanna.
- No gracias, lo que quiero es ducharme e irme a dormir – Dice él.
- OK – Le dijo ella, sintiéndolo un poco aislado de ella.
Ella comenzó a besarlo y acariciarlo, pero él se mostró aún más indispuesto.
- Calma, estoy un poco cansado.
- Amor, estás cansado? Porque lo que siento es que estás enojado conmigo? – Le pregunta Giovanna.
- No...sólo que estoy cansado – Le afirma él.
- Estás cansado de mí? – Le grita Giovanna.
- No me grite! – Le reclama Michael.
- Lo siento, pero es que quiero hacer el amor y vos estás siempre indispuesto – Le demanda ella muy enojada.
- Ya le dije que no quiero – Dice Michael, pero Giovanna se le notaba en su rostro un enorme enojo contra él - Es inútil hablar contigo – Él se retira de allí, pero ella lo detiene sosteniéndole el brazo.
- Amor, no se vaya así enojado conmigo, vamos a comer – Le pregunta ella.
- Sabe algo? No quiero nada, y no tengo hambre – Dice Michael yéndose.
- Ven acá amor – Dice ella abrazándolo – No te enojes por favor, es que lo noto tan distante de mí que me hace sentir mal...
Ella apoyó su cabeza en su hombro.
- No estoy enojado contigo, es que tengo muchas presiones en el trabajo – Le responde Michael.
Sin decir nada más, él la besa suavemente en los labios y se retiró a dormir, mientras ella se dirigió a su vehículo para sacar el portafolio y algunas cosas que necesitaba y que estaban en el automóvil de su esposo, cuando ella tomó el celular de Michael, le dio enorme curiosidad por revisarlo, y allí encontró un mensaje de texto que decía.
“No podemos vernos hoy, porque debo estar con mi esposa, perdón amor, mejor dejémoslo para otro día. Michael”.
Ella al leerlo trató de no alterarse para no causar problemas, no quería llevarse más preocupaciones luego de la discusión que tuvo con él hacía pocos minutos, así que dejó las cosas como estaban, ya que a pesar de estar pasando un mal momento en su relación de pareja. El domingo en la tarde Giovanna ve como Michael alistó un pequeño equipaje, ella le sorprendió mucho porque esa vez no le propuso que lo acompañase.
- Y eso? A dónde vas?
- No te dije? – Le preguntó Michael – Roberto enfermó y debo atender unas situaciones en el hotel del noroeste.
- Hmmm...quiero ir contigo – Le interrumpió ella.
- Cariño, no te dije que fueras conmigo porque mañana tienes examen en el colegio – Respondió él suavemente.
- Qué raro! – Dice ella – Bueno, está bien digamos que es de negocios.
- No te pongas así, estaré de vuelta contigo en dos días, te lo prometo, y te dedicaré todo el tiempo que quieras – Le repuso él.
Michael lo que hizo fue darle un insípido beso, luego tomó uno de los dos vehículos de ellos y se marchó, cuando ella escuchó el carro salir, un enorme sentimiento de indagar los planes de su esposo, y desmentirse sobre lo que había visto en el celular hace un par de días, Giovanna tomó el otro vehículo, y lo alcanzó unas cuadras más adelante.
Michael viró para el norte de la capital, hasta introducirse a un residencial, mientras ella estacionó a tres bloques y logró observar a Michael ingresar a un garaje en uno de los apartamentos de aquel sitio, ella esperó unos minutos y antes de hacer ciertas sus sospechas de que él estaba con otra mujer, le llamó al celular.
- Amor, cómo estás?
- Un poco ocupado, voy manejando, nos hablamos luego – Le dice Michael.
- Me llamas cuando llegues - Le pide ella.
- Yo lo haré, y tranquila amor, todo está bien...bueno pronto te llamo – Le insiste él tratando de cortar la conversación.
- OK, te amo...cuídate y un beso – Le dice Giovanna.
- Bueno, chao – Dice Michael.
Pero Michael no había colgado el celular de bien el celular, así que ella lo deja así para escuchar lo que sucedía la otro lado del teléfono móvil de Michael, comenzó a escuchar sonrisas, los vidrios de copas rozando y la conversación comenzó a tornarse más sensual, lo que las entrañas de Giovanna comenzaron a retorcerse con enojo, tristeza y otros sentimientos malos, en ese instante las frases que Michael pronunció se pasaban de tono para la otra mujer que le acompañaba, así Giovanna permaneció hasta el momento que comenzó a escuchar cómo Michael accedía con esa mujer luego cortó la llamada y comenzó a gritar con aflicción al no poder y no querer asimilar lo que su esposo le estaba haciendo, comenzó a sentirse destruida, pero tomó fuerzas de su interior y el enojo le emanaba de los ojos, y así condujo hasta el apartamento donde estaba él, una vez al frente del garaje, Giovanna de puso con la parte trasera del vehículo al frente del garaje, aceleró y retrocedió con fuerza y rápidamente para chocar contra la puerta del garaje, lo que produjo que la puerta de aquella casa se arrugara totalmente y tocara también el vehículo de Michael, ya que ahora no le importó los daños materiales que había ocasionado porque era su manera de tomar venganza contra ambos. Ella sale del sitio a toda velocidad sin darle tiempo a Michael que se enterara quién le había hecho eso al garaje y a su automóvil, Giovanna al llegar a su casa llamó a su hermano quién llegó a los pocos minutos, la joven al verlo lo abraza llorando y contándole lo sucedido él se le ayudó a recoger un poco de ropa e irse de allí, ambos se dirigen a su apartamento, donde Evelyn, la novia de éste, estaba allí, Giovanna no dejaba de llorar desconsolada y angustiada por lo que le había sucedido más por los daños causados.
- Tómate este té...te hará bien – Le dice Evelyn.
- Gracias, eres muy amable – Dijo Giovanna entre sollozos.
- Pero, en verdad hiciste eso con el carro? – Le preguntó Evelyn.
- Sí – Dice la joven – Es que me dio tanta cólera.
- Es mejor que te tranquilices porque con esos nervios puedes enfermarte – Le dice Evelyn.
Luego de unos minutos, Fabricio llegó al apartamento de Fabio, el hermano de Giovanna fue el que le contó a Fabricio lo sucedido.
- No lo creía capaz de hacerle algo así a Giovanna, pero qué barbaridad! – Renegó Fabricio.
- Fabricio, ahora lo que hay que hacer es olvidarse de los negocios, y apoyar a Giovanna – Le aconseja Fabio.
- Giovanna, qué quieres? – Dice Fabricio a su hija.
- Obviamente el divorcio – Le responde ella un poco enojada, ya que sentía que su padre estaba defendiendo sus propios intereses.
- Estás segura? – Le pregunta Fabricio.
- Claro, con Michael no quiero volver a estar, me siento usada, destruida, muy mal...no te imaginas qué tan mal íbamos...papi...Michael ya no me hacía el amor – Dice Giovanna – Y para qué seguir con él si él va estar buscando otras mujeres.
- OK estoy de acuerdo contigo, pero solamente debes pensar bien las cosas qué harás mira que haber chocado el automóvil no fue lo más inteligente – Dice Fabricio.
- Ay por Dios! Papá! Si ese imbécil le da igual que regale, rompa o raye las cosas en la casa – Dice Fabio – Con tal de Giovanna esté tranquila y no lo moleste.
Luego de continuar conversando y ella estar firmemente segura de que quería el divorcio de Michael, Giovanna se fue a vivir con Fabricio, la mayor parte de la noche ella se la pasó llorando aún sin poder entender el porqué Michael era así con ella, y se la pasó llorando encerrada en su habitación sin comer durante el día. En la segunda mañana que se supone que él llegaría a casa, Giovanna despertó y se alistó para irse a su colegio, su padre fue quién la fue a dejar al centro educativo, cuando llegó todo le parecía melancólico y triste, logró ver a Isaac de la mano con Zahori, pero Giovanna se sentía tan desanimada que no los interrumpió siguiendo su rumbo se sentó en su lugar mientras la clase comenzaba, Taylor recostado en la pared la observaba desde el pasillo donde estaba junto a Victoria, su novia. Durante las horas de lecciones, ella se mostraba muy reservada y callada, ella salió a la cafetería sin decir nada a la hora del recreo, cuando vio a Zac sentarse a su lado.
- Gio, quieres ir con nosotros al centro comercial? – Le pregunta Zac.
- Perdona, pero no estoy de ánimos para ir a algún lado – Le respondió ella.
- Vamos, sé que te hará bien, a ver si se te quita ese rostro que andas hoy – Dice el muchacho con una enorme sonrisa.
- Giovanna, por fin te encuentro – Dice Zahori llegando junto a Isaac.
- Ah, hola! – Le dice Giovanna sin ánimos, en ese momento su teléfono móvil repica insistentemente y mientras ella corta más de una vez para no contestar, el identificador presentaba una foto de ella junto a Michael, lo que Zahori lo descubre.
- Qué sucede? Por qué no le contestas? – Pregunta Zahori.
- Antenoche me hizo una jugarreta muy fea...creo que lo nuestro se acabó – Dice Giovanna mientras jugaba con su anillo de matrimonio que lo llevaba puesto en su cadena, mientras sus lágrimas brotaron.
- Qué te hizo? – Pregunta Zahori.
Giovanna se puso a llorar desconsoladamente, después de que Silvia se llevó a Zac, para dejarlas a solas, momento que Giovanna aprovechó para contarle lo que le había sucedido, Zahori no podía creerlo ya que vio a Michael como un hombre dedicado a Giovanna, y comprendiendo lo que le estaba sucediendo trató de convencerla para que la acompañase al centro comercial.
Así las jóvenes se pusieron de acuerdo para verse en la noche en el centro comercial, Zahori se va a su casa entrando logra ver a su padre, quien la saluda con gran amor, ella le cuenta que irá al centro comercial cuando ella logra darse la vuelta viendo a Ricardo, el mundo se le calló encima y lo que hizo fue guardar silencio, él le sonrió y la abrazó con el enorme cariño que lo caracterizaba, Arturo convenció a Zahori para que accediera a que Ricardo la acompañara al sitio que tenía previsto reunirse con sus amigos, Zahori un poco afligida aceptó, así que ambos se dirigieron al centro comercial luego de haber abordado el automóvil de Ricardo, Zahori llevaba fija su mirada por la ventaba, cuando llegaron estaban los muchachos incluyendo Taylor que se había unido al grupo en el último momento junto a Victoria, de la misma manera Zac llevaba a Silvia, pero esa vez Isaac no pudo acompañarlos ya que tenía un examen muy difícil para el día siguiente; así todos fueron a caminar luego fueron a comerse algo en uno de los restaurantes de allí, mientras comían Giovanna se mostraba distraída y con la mirada fija por el balcón, ella vuelve a ver a Taylor y Zac se acerca para ayudarle con su orden, ella logró notó que Taylor la observaba igual desde la caja, ya que estaba comprando algo más para Victoria.
Después de disfrutar la cena, siguen caminando por los pasillos del lugar, Ricardo se acercaba más a Zahori, mientras ésta trataba de evadirlo, pero de pronto él la tomó de la mano, un sentimiento de culpa volvió a ella al recordar el aborto que se había practicado y el hermoso sentimiento que ahora tenía acogido en su pecho para con Isaac, así que le pide a Ricardo que la deje en su casa, éste accede y conduce hasta la casa de ella, antes de ella desabordarlo lo escuchó pronunciar su nombre ella volvió su mirada a Ricardo quien le roba un beso con entusiasmo, ella se enoja y se sale del vehículo.
- Por qué me evitas? Zahori, volví porque te amo y me interesas mucho – Dice Ricardo.
- No lo evito, es que lo nuestro ya había terminado y ya lo habíamos hablado no quise seguir contigo – Dice ella.
- No sé porqué eres así, si lo nuestro era perfecto, y cambiaste repentinamente, dónde está lo que sentías por mí? – Le pregunta él.
- Uno...murió... – Se expreso ella silenciosamente.
- Qué me dijiste? – Le pregunta él.
- No me presiones, no quiero nada contigo – Le reiteró ella tratando de decirle la verdad.
- A ver, dime una buena razón pro la cual todo lo nuestro se fue, y la dejo en paz – Le dice Ricardo.
- Ricardo – Se devuelve su mirada con los ojos cristalinos – Porque aborté a su hijo – Mientras Ricardo la ve estupefacto – Estaba embarazada y no quise tener su hijo y lo aborté...esa es la razón...
- Qué! – Le grita Ricardo – Me está diciendo que abortó nuestro hijo sin consultármelo, en qué momento?
- La última vez que vine a visitar a Pablo y desaparecí – Responde Zahori – Esa fue la razón, ahora déjame en paz por favor.
- Le di lo mejor de mí y así me pagaste – Le gritó Ricardo.
- Lo siento... – Le dijo Zahori.
Ella simplemente lo vio como arrancó el motor y se fue encolerizado, ella ingresa a la casa, evidentemente se sentía mal por haberle roto el corazón a Ricardo, pero satisfecha de haberle dicho la verdad. A la mañana siguiente, Zahori al ver a Giovanna le contó lo sucedido con Ricardo, pero estaba más tranquila ya que sentía más por Isaac que pro Ricardo, en ese momento se acercó Isaac para decirle que había tenido una calificación de nueve en el examen, ella le sonrió abrazándolo con fuerza y felicidad por el logro de Isaac, luego lo besó haciéndolo sentir mil sensaciones en su vientre, puesto se había enamorado profundamente de Isaac.
A la hora de salida de clases, Giovanna le dijo a Zahori que estaba muy alegre por su bonita relación con Isaac, ellas estaban en la cafetería, ya que no venían por ellas, la joven mientras tomaba un té frío puso su celular sobre la mesa, en ese instante su celular comenzó repicar de nuevo y el identificador decía que era Michael, ella aún así no le contesta, y de la misma manera su aparato sonó varias veces, luego ella y su mejor amiga estaban en el estacionamiento, Giovanna comenzó a notarse un poco nerviosa al ver que Michael había llegado por ella y allí estaba en el estacionamiento, pero trató de disimularlo, ella solamente permaneció inmóvil deseando que Fabricio llegara por ella, como se lo había prometido en la mañana para así evitarse ese disgusto de encontrarse con Michael, pero aún Fabricio no había llegado, en ese momento ella lo vio bajarse del vehículo y dirigirse hacia ellas, así que Giovanna ni se movió del sitio en que estaba esperando a Fabricio.
- Giovanna – Dice Michael.
- Qué tal? Oh, qué le pasó al automóvil? – Le preguntó Giovanna tratando de sacarle algo relacionado a su traición.
- Un tipo me lo golpeó en estacionamiento donde lo tenía, pero no te llamé para no alarmarte...pero cuando volví hace media hora no me dio tiempo de traer el otro vehículo – Le respondió Michael cínicamente demostrando que quería ocultar la verdad – Te fuiste a casa de Fabricio y no me avisaste...
- Ah, sí! Es que pensé que estabas muy ocupado – Le dice Giovanna.
- OK...sube al automóvil – Dice Michael abriéndole la puerta.
- No, hasta que venga mi padre – Dice Giovanna.
- Por qué? – Le cuestiona él.
- Eso pregúntaselo a él y a Natalia – Le dice Giovanna volviendo su mirada fulminante contra él.
- Bah! Qué cosas inventas...! Sube en la casa hablamos – Dijo Michael.
- Que yo invento? No voy a ir contigo, no quiero, ya te dije, vete de aquí...vaya dígale a Natalia que lo acompañe – Le responde Giovanna exasperada.
- Qué me diablos dices? – Dice Michael.
- Sí, Michael me engañas! Me di cuenta de lo que hacías a mis espaldas – Le grita ella.
- Usted no me grita! Suba al carro y en la casa hablamos, maldita sea! – Le gritó Michael jalándola fuertemente del brazo.
- Que no! – Le responde ella firmemente soltándose de él – Después de lo que escuché por teléfono, no te mereces mi afecto, me perdiste Michael! Y lo único que quiero es el divorcio.
- Qué sucede aquí? – Interviene el oficial de seguridad.
- El caballero ya se va – Le dice Giovanna al agente.
- Pues ni crea, todavía no me voy, tenemos que hablar – Insiste Michael sumamente enojado.
- Qué rayos! Nosotros no tenemos nada que hablar – Le responde Giovanna volviéndolo a ver fulminante.
- Giovanna! – Dice fuertemente Fabio acercándose a ellos.
- Fabio – Le dijo ella corriendo hacia él.
- Debo pedirle señor Rosenbaum que se retire de este centro educativo, por respeto a la institución, y más que la institución a la estudiante – Le dice Fabio muy serio e indiferente.
- Usted? Se mete en mi relación con Giovanna? – Le dice Michael.
- En este momento es mi alumna, y más que mi alumna, ella es mi hermana – Le responde Fabio – Por la amistad que hemos tenido por favor retírese.
Michael se retira a su casa, mientras Giovanna permaneció encerrada en la dirección con los nervios muy alterados, en ese momento llega Fabricio, su hija al verlo le grita:
- Dónde diablos se había metido?
- Pero no me grite, yo estaba en un juicio de un cliente importante – Le responde él.
- Vamos de aquí – Le ordena a su padre.
- No me digas que Michael estuvo aquí? – Le pregunta Fabricio.
- Armó una escenita aquí – Le contó Fabio – Pero, Fabricio, lo noto muy decidido a dominar a Giovanna y a no darle el divorcio.
- Eso lo veremos, ya casi nos vamos hija, tengo que esperar a Victoria – Le dice Fabricio.
- Victoria? De dónde conoce usted a esa mujer? – Le pregunta Giovanna.
- Es la hija de mi novia, es que invité a Roxana, su hija y el novio de Victoria a cenar – Responde Fabricio – Mira, ella ya viene, mi amor, hablaré con un colega para que nos ayude con el proceso del divorcio con Michael.
Giovanna no dijo nada más al ver a Victoria y a Taylor acercarse, de la misma forma que los recibió, la joven aborda el automóvil al lado de su padre, al llegar a la casa, Giovanna se encerró en su habitación para ducharse, se alistó adecuada para recibir a Roxana, y sus invitados, luego bajó y se disculpó por estar indispuesta para atenderlas, seguidamente se fue a la estancia que estaba cerca de la alberca, y comenzó a tocar su chelo, era la única manera de desahogarse ante la tristeza que tenía en su interior, mientras Fabricio la observaba desde el ventanal de la cocina.
- Cuánto diera porque no lo tocara – Se expresó afligido Fabricio.
- Por qué dice eso si toca muy bien? – Dice Taylor acercándose a él, para también verla desde allí.
- La conozco bien, sé que está pasando por un momento difícil...y daría todo porque ella no estuviera así – Responde Fabricio – Y me destroza que lo toque, porque sé que está demasiado triste...ella toca el chelo cuando está muy triste...
- Qué es ese escándalo? – Dice Roxana acercándose a ellos.
- Nada – Responde Fabricio dejando de ver a Giovanna, mientras Taylor la observaba fijamente.
En ese momento llegó Michael, ingresó a la casa con el consentimiento de Fabricio, Giovanna al verlo ingresar a donde ella estaba tocando el chelo, dejó de hacerlo y se retiró a su habitación, dejándolo solo allí, cuando Giovanna recorría el pasillo por el aposento, ella volvió su mirada y logró ver a Taylor junto a Victoria para luego continuar con su camino, Michael venía tras ella, y ambos ingresaron a la habitación de esta.
- Amor, quiero hablar con usted.
- Usted no me diga “amor”, porque su amor debe estar en el asqueroso apartamento – Le reclamó Giovanna.
- Quién te dijo eso? – Le pregunta Michael.
- Por Dios Michael! El domingo que lo llamé usted no colgó bien el celular y lo escuché acostándose con una tal Natalia, verdad que es la mujer del Departamento Financiero? – Le grita Giovanna.
- No te voy a negar que no, pero perdóname, sé que fue mi error, pero quiero que te quedes conmigo – Suplicó Michael.
- No! No entiende que no quiero nada con usted! Me das asco! Ya no puedo amar ni confiar como lo hice antes – Le grita Giovanna.
- Pero... – Dice Michael.
- Pero...nada! Lo nuestro se acabó, váyase de aquí! No me lo haga más difícil de lo que es – Dice ella muy entristecida y cansada del tema – Usted falló de la manera más vil que pudiste haberme hecho, primero leí aquel mensaje al celular, y me dije “no, tranquila Giovanna, haz como si nada!” pero qué va!
- Te ruego una oportunidad más – Dice Michael llorando.
- No y ya váyase de aquí – Le grita Giovanna abriéndole la puerta de su habitación para que se retire.
Pero Michael en vez de irse se arremete contra ella y la besa con enorme pasión lo que hizo que ella perdiera los estribos y le diera una cachetada en la mejilla, luego ellos salen de la habitación, bajan y ella le abre la puerta principal, para que Michael se retirara, cuando vio que el automóvil de él estaba lejos, ella ni siquiera derramó una lágrima más por lo que sucedía, volvió a ver a Taylor y éste la observaba desde dónde estaba sentado, ella le sonrió cálidamente, Roxana se acercó a donde estaba Giovanna inmóvil en la puerta.
- Era Michael? – Le preguntó Roxana.
- No quiero hablar de él – Dice Giovanna secamente.
- Amor, vamos al supermercado a comprar algo para comer juntos – Dice Fabricio.
- Papi, no es por ser más grosera, pero no estoy de ánimo para ir con ustedes, prefiero quedarme aquí – Dice Giovanna.
- Ustedes van? – Le preguntó Roxana a Taylor y a Victoria.
- Yo sí quiero ir! – Dice Victoria.
- Me duele un poco la cabeza, pero creo que es mejor que le haga compañía a ella mientras ustedes están fuera, bueno, si no hay problema – Comenta Taylor.
- Está bien – Dice Victoria – Vamos mami...Fabricio...
Cuando los tres se fueron, Giovanna y Taylor aunque no habían comenzado bien, existía algo que los unía, a pesar de que Giovanna no quería admitirlo por orgullo y arrogancia, él le pide una aspirina, así que ella lo conduce hasta la cocina, donde hay un botiquín de primeros auxilios, mientras él se servía un vaso con agua, ella le dio la pastilla fue cuando él levemente acarició su mano, Giovanna lo miraba de reojo y él lo notó, así que ambos sonrieron, ella volvió su mirada otro lado.
- Sé que no hemos tenido un buen comienzo, como la vez del concierto, pero espero que eso cambie – Le dijo Taylor.
- Disculpa...el concierto? – Le dice ella sonrojada - Si casi ni hablamos.
- No fue necesario que nosotros habláramos...para darme cuenta... – Dice Taylor con una tierna sonrisa dibujada en el rostro.
- De qué? – Le preguntó Giovanna.
- Que fui un estúpido al dejarte ir aquella noche – Respondió Taylor.
- Perdón...? – Balbucea ella.
- Sí para darme cuenta que eres una chica muy hermosa, que no te mereces sufrir por un hombre así como se te nota...es verdad...veo que tienes dificultades con su esposo, pero si alguna vez quiere que la escuchen estoy a su disposición...porque me atrae mucho y me gustaría verla feliz.
- Gracias es muy amable de su parte, pero creo que se está sobrepasando conmigo, qué hay de Victoria? – Le responde ella un poco sonrojada.
- Quién es ella? La verdad que el único recuerdo que tengo vivo en mi memoria, es una chica que me robó el corazón y que yo iba a besar después de un concierto y no he dejado de pensar en ella – Le dice él sonriéndole pícaramente.
- Bah! Qué cosas dices! – Le responde ella sonriéndole.
- Ves estás sonriendo y eso me reconforta – Le dice Taylor.
Un cierto alivio llegó al corazón de Giovanna cuando tenía alguien con quién hablar de lo sucedido, y sus ojos se abrieron haciéndole ver que Michael no era el único hombre sobre la tierra, en ese instante Taylor se acercó más y la besó con pasión, Giovanna no se negó aquella caricia que le estremeció más de lo que Michael lo había hecho, ella dejó caer un par de lágrimas y lo abrazó con fuerza permaneciendo así por unos minutos hasta ella lograr memorizar el aroma de la colonia que Taylor usaba esa noche, inexplicablemente, ella no le importó los problemas, ni la relación que él tenía con Victoria, simplemente, le importó que sentía bien estando allí con Taylor.